El proceso de reciclado es el que menos huella de carbono deja en la atmósfera.
A finales del siglo XIX el proceso de extracción y materialización del aluminio era costoso y técnicamente difícil de realizar, hasta el punto de considerarlo un metal semiprecioso. Con el desarrollo de la técnica metalúrgica este proceso fue siendo cada vez más rápido y sencillo, a la vez que se descubría la gran cantidad de aluminio existente en toda la corteza terrestre. En el siglo XX la producción de aluminio se disparó al popularizarse su uso por la cantidad de optimas cualidades que este metal ofrecía a la humanidad, siendo su producción masiva la generadora de un proceso de minería e industria que inevitablemente dejaba una huella de CO2 difícil de evitar. Pero el desarrollo y la investigación en este campo ha conseguido que más del 80% del aluminio que hoy en día extruyen nuestras prensas, sea procedente del reciclado, siendo menor la extracción de bauxita por minería para generar aluminio.
De esta forma la conciencia ecológica que todos debemos tener para mantener un medio ambienta más saludable, se ve realizada cuando tú eliges aluminio para las ventanas de tu casa, en lugar de otro material procedente del petróleo que no hace otra cosa que contaminar nuestro entorno.
Por todo esto el aluminio no puede darte más prestaciones en el lugar que tu quieres mayor seguridad: tu casa.
Gracias por elegir aluminio, gracias por elegir Itesal.
