El proceso de reciclado del Aluminio

  • Fecha: 02 de Marzo de 2018

Es uno de los procesos más antiguos de reciclado que comenzó a principios del siglo XX

Y que desde entonces no ha parado de crecer año tras año.

En contra de la tendencia habitual en la que se nos antoja el reciclaje como algo moderno y propio de estos últimos años, motivado por la tendencia conservacionista que cada vez nos lleva a tener una mayor conciencia medioambiental, el reciclaje del aluminio es un proceso de recuperación muy antiguo, de hecho fue muy usado en la Segunda Guerra Mundial, aunque fue a partir de los años sesenta cuando se vió necesario dar un reciclaje sencillo para todo el volumen de aluminio usado de manera tan masiva y popular, que va desde las latas de refresco a los usos en arquitectura e industria. En este sentido el aluminio solo ofrece ventajas, pues no solo es muy sencillo de reciclar, no hay más que fundirlo, sino que este proceso es simple en comparación a la extracción del mismo desde el mineral de Bauxita y por si fuera poco, encima es más barato, un 5% de la energía empleada en el sistema mineral es necesaria para obtener aluminio reciclado. Y otra gran ventaja es que no pierde en este proceso ninguna cualidad de la originarias, es lo que tiene ser un elemento de la tabla periódica.

 

Es bueno recordar que para que se reciclen otros materiales como el plástico (PVC y derivados del petróleo en general) han de ser subvencionados e incentivados por los estados con campañas de publicidad para que su recogida sea real, con el aluminio no, este no necesita subvención alguna, pues su cadena de reciclaje es natural y crea empleo y riqueza en contra de otros materiales que nadie quiere reciclar.

 

El proceso es muy sencillo técnicamente.

1º Se recopilan grandes cantidades de aluminio procedente de viejas ventanas y puertas

2º Se limpia el material de residuos de otros metales con un electroimanes, procesos físicos y químicos

3º Se trocea para minimizar el volumen y facilitar su uso por la maquinaria

4º Se funden en un alto horno a más de 750º para conseguir una colada limpia

5º Una vez fundidos se les da la forma de cilindros (tocho) para su extrusión.

 

La tasa de recogida para el aluminio en el sector de la construcción es la más alta de todos los sectores y oscila entre el 92 y el 98%. Le siguen el transporte/sector automoción (95%) y el embalaje (50%).

 

Pero ahí no termina la vida del aluminio, pues puede fundirse y reciclarse una y otra vez eternamente creando riqueza y bienestar en cada una de sus interminables vidas.

 

 

 

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