El aluminio el gran aliado de la luz en los edificios.

  • Fecha: 28 de Marzo de 2018

Desde el siglo XII cuando decae el Estilo Románico en virtud del Gótico la luz comenzó a entrar en los edificios civiles, religiosos y domésticos.

Con el desarrollo de la tecnología en la arquitectura, los muros fueron poco a poco, dejando lugar a huecos para que estos fueran la estructura de futuros grandes ventanales.

 

En el gótico los grandes muros fueron dejando paso a finas nervaduras que se rellenaban con vidrieras, que dejaban pasar la luz, haciendo de las catedrales auténticas jaulas de piedra, vidrio y luz. La entrada del sol parecía ser el símboloque ilumina el espíritu.

En el Renacimiento se continúa con edificaciones que buscan la cantidad máxima posible de ventanales (grandes en su mayoría) que iluminen la estancias que cada vez son más grandes y que precisan más luz como alimento de los espacios que encierran en sí.

El Barroco asienta las bases de todo lo anterior y lo engrandece, más ventanas, grandes cerramientos practicables, pabellones acristalados que poco a poco, se van convirtiendo en auténticos edificios monumentales de cristal.

Durante los siglos del Neoclasicismo y del Art Decó, el uso de la luz en la arquitectura se nos antoja como fundamental, más volumen en los espacios, muros rasgados con grandes luminarias a lo ancho y a lo alto que exigían cada vez más buscar materiales que soportaran ventanales mayores que dejen fácilmente pasar la luz sin ningún obstáculo y es en el siglo XIX cuando se descubre el aluminio y comienza el camino de este metal/elemento usado popularmente hacía mediados del siglo XX en la arquitectura.

Las soluciones técnicas de la perfilería de aluminio son únicas como material, para sustentar los más grandes ventanales jamás ideados en arquitectura, esto es debido a su ligereza y a su y firmeza, dos características soñadas por los arquitectos desde la antigüedad.

Ahora las posibilidades del aluminio en arquitectura están solo limitadas por la imaginación de los prescriptores y proyectistas, cada día se desarrolla un poco más, cada vez la tecnología, la mecanización y fabricación avanzan hacía un futuro mejor en prestaciones.

Los grandes ventanales en la arquitectura moderna ya son una realidad a la que el aluminio e Itesal han contribuido de forma determinante con la creación de sistemas como los elevables, que posibilitan un tamaño de metros tanto a lo largo como a lo alto, creando unos espacios de luminosidad insuperables por cualquier otro material.

El Aluminio es luz y la luz es la fuente de la vida, que ahorra energía y nos independiza de la naturaleza aprovechando lo mejor de ella.

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